viernes, 25 de enero de 2013

Esclavos

Se sentía como un esclavo. Con frío, con hambre, y sin esperanza ni futuro. Sus amos eran el gobierno con sus leyes, la banca y sus deudas, y la policía que se encargaba de mantener el orden así establecido. Sabía que si se rebelaba acabaría perdiendo lo poco que tenía, o en la cárcel, o muerto. Sabía que para tener éxito en cambiar las cosas necesitaba a los demás, aquellos que, igual que él, también eran esclavos. Se dirigió a uno de ellos y le preguntó cómo se sentía:

Se sentía como un esclavo. Con frío, con hambre, y sin esperanza ni futuro. Sus amos eran el gobierno con sus leyes, la banca y sus deudas, y la policía que se encargaba de mantener el orden así establecido. Sabía que si se rebelaba acabaría perdiendo lo poco que tenía, o en la cárcel, o muerto. Sabía que para tener éxito en cambiar las cosas necesitaba a los demás, aquellos que, igual que él, también eran esclavos.

sábado, 22 de diciembre de 2012

200 años de los hermanos Grimm

Érase una vez. Once upon a time. Con estas palabras he comenzado muchos cuentos e historias. Luego las borro del principio. Pero siempre las uso. Las palabras tienen poder. Cualquier escritor poeta o mago sabe eso. Magos sí. En el Tarot -no creo en magucias, pero sí conozco la simbología en general, la del tarot en particular, y la uso a menudo- el primer arcano es El Mago. El mago de las palabras. Seductor, parlanchín, superchero, maneja la ficción y la hace real a base de ilusiones. Y de palabras.

Las palabras "érase una vez" son mágicas y poderosas y siempre me inspiran una historia cuando las veo escritas. Por ejemplo:

Érase una vez dos hermanos...